El ejercicio físico regular es el primer pilar para mejorar tu salud desde todos los puntos de vista.
Todos sabemos que el ejercicio es benéfico para mantener una buena salud, sin embargo, el por qué es poco conocido. Lo primero que ocurre, cuando iniciamos el ejercicio, es un aumento de la frecuencia cardíaca y de la respiratoria.
El aumento de la frecuencia cardíaca se da porque los músculos necesitan más oxígeno, entre otras sustancias, para funcionar bien. El músculo utiliza estas sustancias de la sangre mientras se realiza el trabajo.
Después, la sangre regresa al corazón, el cual la manda a los pulmones para que tome oxígeno y luego la recupera.
Este sencillo complejo de circulación que incluye al corazón, arterias, músculos, venas y pulmones es la base de los beneficios del ejercicio.
Al realizar un programa de entrenamiento ocurren los siguientes cambios:
- El ventrículo izquierdo del corazón, que es el que manda la sangre hacia el cuerpo, crece y se hace más fuerte. A causa de este, se vuelve más eficiente y manda más sangre con menos esfuerzo.
- Aumenta el tono de los músculos, su fuerza y se hacen más duros.
- Aumenta la capacidad elástica tanto de venas y arterias, así pueden transportar la sangre de manera más eficiente.
- El ejercicio mejora los niveles de colesterol de alta densidad. El cual protege a las arterias de la aterosclerosis.
- Al realizar ejercicio, los pulmones se vuelven más eficiente. Desarrollan un intercambio de oxígeno más rápido y con mayor capacidad.
- Hace más eficientes los procesos bioquímicos del organismo, con una mejor utilización de los azucares, las proteínas y las grasas.
- El ejercicio, desde el punto de vista psicológico, sirve como un poderoso desahogo emocional. De tal modo que el ejercicio es una importante herramienta para disminuir el nivel de estrés, además ayuda a conciliar el sueño.
- Realizar ejercicio fortalece tus músculos, tus huesos, mejora la actividad de tu sistema inmunológico.